Los trabajos para reconstruir el Viaducto 3, infraestructura clave del acueducto de Villavicencio, siguen en marcha pese a las lluvias que han retrasado el cronograma. Este viaducto colapsó en mayo pasado en un tramo de 110 metros de tubería de 33 pulgadas a la altura de Puente Abadía, luego de la creciente del río Guatiquía. El daño dejó sin servicio a más de 122 mil usuarios, es decir, a dos de cada tres familias de la ciudad.
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAAV) ha intentado mitigar la emergencia con fuentes alternas que aportan alrededor de 1.250 litros por segundo, provenientes de Susumuco, El Buque, Fuentes Altas y la estación de Bavaria. Sin embargo, este caudal parcial apenas cubre la demanda y ha obligado a los ciudadanos a racionar y a depender de planes de contingencia.
La Alcaldía analizó dos alternativas para recuperar la línea: reconstruir el viaducto de manera aérea o instalar un paso subfluvial por debajo del río. Ambas opciones requieren complejas labores de ingeniería, estudios y una inversión millonaria. A las dificultades técnicas se suman los obstáculos climáticos, pues los aguaceros han hecho más lento el avance de las obras y han complicado la operación de la maquinaria.
El alcalde Alexander Baquero ha reiterado en sus redes sociales que el compromiso es “trabajar sin descanso” hasta devolverle a la ciudad un suministro estable. Las labores actuales se concentran en reponer la tubería dañada y garantizar que el nuevo tramo resista la presión y las crecientes del río. Según las proyecciones, en octubre podría lograrse una normalización gradual del servicio, aunque el éxito dependerá de que se superen los riesgos pendientes.
La obra no solo representa recuperar un servicio vital, también es una prueba de confianza entre la ciudadanía y las instituciones. Los vecinos reclaman información clara sobre plazos, costos y garantías para que un colapso como este no se repita en el corto plazo. Por ahora, lo cierto es que Villavicencio sigue a la espera de que el Viaducto 3 vuelva a funcionar y le devuelva a la ciudad la tranquilidad de abrir la llave y tener agua.
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