En 2018, durante su campaña presidencial, Gustavo Petro prometió no convocar una Asamblea Nacional Constituyente para disipar las preocupaciones sobre el posible rumbo de Colombia hacia el chavismo venezolano. Sin embargo, seis años después, como presidente, Petro ha sugerido esta medida como una solución a la frustración que experimenta debido a la lenta implementación de sus promesas de campaña y los obstáculos legislativos que enfrenta.
“Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente, Colombia no se tiene que arrodillar”, declaró Petro en un discurso en Cali en marzo pasado.
¿Pero cuáles son los mecanismos legales para convocarla y tiene futuro esta propuesta?
Analistas consultados por diferentes medios internacionales como CNN argumentan que la frustración de Petro con el Congreso, por no aprobar algunas de sus reformas más importantes, lo llevó a proponer la constituyente. Sin embargo, coinciden en que esta propuesta tiene pocas posibilidades de concretarse.
El objetivo de una Constituyente
El presidente afirma que no busca modificar la Constitución, sino implementarla y hacerla cumplir. Sin embargo, una Asamblea Constituyente se convoca precisamente para modificar la Constitución. Por lo tanto, el propósito primario de una Asamblea Constituyente no se cumpliría con esta propuesta.
“Cuando uno mira el propósito en términos técnico jurídicos pues no le ve y no le encuentra sentido”, comentó Rodrigo Uprimny, profesor de la Universidad Nacional e investigador de DeJusticia. “Si no ha logrado a veces que le aprueben leyes con mayoría simple, ¿por qué va a lograr una mayoría absoluta en materia constituyente en un tema tan sensible?”.
El procedimiento
Además, una Asamblea Nacional Constituyente tiene procedimientos e instituciones por los cuales pasar y no radica solo en la voluntad de los colombianos o del presidente para modificar la Constitución.
“Es un procedimiento muy largo y muy exigente”, dijo Uprimny. La propuesta primero debe pasar por el Congreso, donde Petro enfrenta una coalición desarticulada debido a la polémica reforma a la salud. Después, el procedimiento debería ir a revisión de la Corte Constitucional, algo que duraría meses, para luego ir a una votación muy exigente en términos de números para aprobar o rechazarla: el 30% del censo electoral debe votar sí.
“Son como 13 millones. Es más de lo que Petro tuvo en segunda vuelta presidencial”, agregó Uprimny.
¿Tiene apoyo masivo?
Si bien Petro ganó la Presidencia con un apoyo base significativo más la unión de un sector del Centro, tras dos años de gobierno sus niveles de desfavorabilidad en encuestas recientes han alcanzado hasta un 60%. Además, en una encuesta de Guarumo y Ecoanalítica de abril de 2024, el 62,2% de los encuestados dijo estar en desacuerdo con la propuesta de una constituyente.
Petro ha sugerido que las comunidades se organicen y los ciudadanos se movilicen para exigir al gobierno sus necesidades. Sin embargo, los analistas dudan de que este “poder constituyente” pueda lograr un cambio efectivo en la situación actual.
Las formas
Por último, el tono y el estilo del presidente cuando habla y tuitea generan incertidumbre entre sus detractores, lo que contribuye a un ambiente político más volátil.
Petro continuará presionando al Congreso y movilizando a sus seguidores para lograr sus reformas más ambiciosas. Sin embargo, la viabilidad de su propuesta de una Asamblea Constituyente sigue siendo cuestionable.
“Eso, digamos, es el lugar seguro del presidente”, concluyó Laura Bonilla, subdirectora de la Fundación Paz y Reconciliación (PARES).